La importancia de sonreír

Un día me di cuenta de que todo lo que verdaderamente comunica de los seres humanos, en cualquier parte del mundo, son sus expresiones faciales. Podría escuchar a alguien hablando en chino o alemán y no entender una sola palabra de lo que dice, pero al prestar atención a sus expresiones faciales podría deducir exactamente cuál es su estado de ánimo en ese momento. Muchas veces olvidamos esto que es tan verdaderamente importante. No puedes pretender sentirte bien o comunicar sentimientos positivos y de esperanza con un lenguaje corporal de decaimiento.




Todas las veces que he tenido sentimientos negativos; como, miedo, arrepentimiento o tristeza. Previo a esos sentimientos mi expresión facial comunicaba tristeza y mi postura corporal estaba encorvada. Todo es una consecuencia y todo es un reflejo. Hay una frase que me encanta del filósofo Heráclito que dice: "Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera." Y está totalmente en lo correcto porque como pensemos, sentiremos, y, en consecuencia, actuaremos.

Te propongo un reto: Intenta tener sentimientos o pensamientos negativos con una postura erguida y una sonrisa en el rostro… ¡Ves! No se puede tener dos estados de ánimo al mismo tiempo. No se puede ser feliz y triste a la vez. No se puede sentir agradecimiento y gratitud con indiferencia e ingratitud. No podemos anhelar ser mejores seres humanos sin tomar, aunque sea pequeñas acciones cada día. Todo se relaciona y se complementa.

Así estés agotada de un día de bastante trabajo se nota si estás feliz o no ¿Cómo? En los ojos, en la mirada. Los ojos son un reflejo del alma, eso es tan cierto. Podrías trabajar durante todo el día en algo que te apasione y sentirte extremadamente feliz al finalizar el día, por el contrario, podrías hacer lo mismo en algo que no tenga tu menor interés y sentirte vacía. A lo que voy es a que para sonreír de manera genuina y del alma, debes hacer aquello que te apasiona. Si ahora no lo tienes claro. Búscalo, prueba cosas, pero haz de tu prioridad encontrar y hacer eso por lo que tu corazón vibra.



Hacernos el hábito de sonreír, sintiendo verdadera gratitud es lo que nos llevará a encontrarle el lado positivo a cada aspecto de la vida. No se trata de positivismo tóxico, es decir de poner solamente una buena cara escondiendo nuestros sentimientos y no afrontándolos, sino, y sobre todo, se trata de hacerles frente con optimismo y esperanza para cambiarlos y mejorarlos, es cuestión precisamente de reforzar el músculo de la felicidad y la gratitud para que se haga más fuerte cada día.

La neuroplasticidad, concepto que aborda uno de mis escritores favoritos de desarrollo personal, Joe Dispenza, en su libro Deja de ser tú, es la capacidad que tiene el cerebro de todos los seres humanos para reconstruirse y adaptarse a nuevas situaciones solo a través de la práctica constante de nuevos hábitos. Con ello queda claro que, a pesar de haber pasado cualquier tipo de experiencia, por más fuerte que haya sido, si ponemos en práctica un nuevo y mejor hábito como lo es el agradecimiento hacia la vida, podremos superar y darle a nuestra vida un giro de 180° enfocados solo en lo mejor para nosotros.

No quisiera finalizar este artículo sin abordar un punto sumamente importante en cuanto a lo que representa la sonrisa en el entorno en el cual vivimos, ya que definitivamente es la clave y mejor carta de presentación que nos ayuda a aperturar y mantener, de la mejor manera, relaciones con los demás ya sea para el trabajo, la amistad o el amor. Queda claro, entonces, que incorporar este maravilloso hábito a nuestras vidas nos beneficiará en nuestro interior y exterior de una manera invaluable.  





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